Existe una gran variedad de combustibles biomásicos susceptibles de ser empleados en los sistemas de climatización, como por ejemplo: astillas, pelets, serrín, corteza, subproductos agroindustriales como los huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos (almendra, piñón,…), poda de vid, poda de olivo, etc. Su utilización varía de una zona a otra de España en función de la disponibilidad, de la tradición y del clima que, de forma indirecta, también influye en el tipo de biomasa disponible, ya que las especies se cultivan o vegetan de forma natural en las zonas donde el clima más las favorece.
La astilla suministrada por FORESA proviene principalmente de aprovechamientos forestales, por lo que se trata de madera virgen libre de productos químicos (las lacas, colas o barnices), y se presenta cribada y clasificada adaptándose a la perfección a los requisitos de las instalaciones de nuestros clientes.